Arte/Pintura corporal
El mundo del tatuaje nos parece algo tan
moderno que, posiblemente, no nos hayamos percatado del hecho de que este arte
es realmente milenario y, quizás, uno
de los primeros en conocerse en la Tierra. Pero no nos adelantemos, la historia del tatuaje es tan larga
como fascinante.
El origen del
tatuaje no se sabe con exactitud, ya que se cree que este arte
era conocido por numerosas culturas alrededor del mundo, pero practicado de
forma diferente. Se apunta a los hombres euroasiáticos del periodo Neolítico
como los primeros "tatuadores", hace más 5 mil años, a juzgar por los
restos encontrados a finales del siglo XX, en Siberia y el delta del
Danubio.
A partir de entonces, se sabe que en Egipto, lugar del que provienen
los pigmentos de henna (que se convertiría también en un
fenómeno en el sur de la India), las mujeres eran tatuadas para representar su
estatus social y muchos momias eran marcadas.
Al mismo tiempo, la cultura celta y germánica utilizaban el arte
del tatuaje con fines bélicos; los japoneses tatuaban figuritas de
barro que acompañaban a los difuntos en su camino al paraíso, y los aztecas
tatuaban especialmente a los niños con tal de rendir tributo a dioses
como Quauhtli.
El tatuaje era practicado por numerosas culturas que, posteriormente, en
su mayoría, pasarían a ser lugares a conquistar y saquear por las potencias
europeas. Pero no nos adelantemos...
Muerte y resurrección del tatuaje
Como sucede con otras muchas formas de expresión, el catolicismo y la
férrea mentalidad de la Edad Media llegó a prohibir los tatuajes, concebidos
como una mutilación al cuerpo heredado por Dios. Esta condena fue seguida
también durante el período de colonización que precederían a este oscuro tramo,
en el siglo XV.
Al llegar a las islas de la Polinesia o el Nuevo Mundo, los
colonizadores europeos fueron exterminando este arte de las pieles nativas, si
bien, en 1771, el explorador Thomas Cook exportó el arte a la alta
sociedad occidental, simbolizando un nuevo movimiento en el mundo del tatuaje.
Los marineros fomentaron la cultura del tatuaje extraída
de exóticas tierras como Gabón y Nueva Guinea, cuyas tribus practicaban el
tatuaje, o las islas polinesias de Samoa o Tahití donde posiblemente
encontramos la influencia más directa de los tatuajes actuales. De hecho, la
palabra tatuar procede del vocablo tatau,
el cual significa "marcar algo". Se cree que los polinesios o maoríes
lucían tatuajes con fines ceremoniosos, religiosos y bélicos, si bien estos
también exportarían su arte hasta los actuales Estados Unidos antes de la
colonización.
A partir de entonces comenzó a existir una concepción diferente del
tatuaje en Occidente. El primer tatuador oficial conocido en Occidente fue
Martin Hilderbrandt, el tatuador oficial de los bandos de la Guerra Civil
Americana. A partir de entonces los tatuajes eran lucidos por bohemios de los
bajos fondos y artistas circenses, permaneciendo dormido para el gran
público hasta los años 70.
A partir de esta década, impulsado por el movimiento hippy y una
particular revolución de la libertad de expresión, el tatuaje volvió a aparecer
en Occidente hasta convertirse en el fenómeno que sigue siendo hoy día.
Los orígenes e
historia del tatuaje se remontan incluso 12 mil años atrás,
aunque los primeros restos daten de hace 5 mil años. Un arte practicado por
diferentes culturas, castigado durante ciertos períodos (casualmente de fuerte
religiosidad) y rescatado de tierras exóticas hasta prevalecer en pleno siglo
XXI. Y es que el tatuaje actual es el perfecto resultado de su propia historia.
¡ Mira este Documental sobre el tatuaje y su maestra !
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